Por Ernest Perera, jefe del área de Producto
Lo digital ha sido una auténtica revolución que ha alterado todos los sectores y ámbitos de nuestra sociedad. El campo del diseño industrial no ha sido una excepción. Lo digital ha modificado todas las etapas del proceso de diseño, especialmente las fases de prototipaje, verificación o incluso la representación de ideas. Quizás la generación de estas ideas sea una de las pocas etapas del proceso que se mantiene en el mundo analógico, físico y mental y la encargada de definir de una forma más clara el resultado de cada proyecto. En este sentido, la generación de ideas es el momento clave en todo el viaje para desarrollar un nuevo producto para el mercado.
Las escuelas de diseño hemos ampliado recursos, comprado nueva maquinaria e invertido en horas lectivas para fomentar el aprendizaje de todas las herramientas necesarias con el objetivo de que los estudiantes finalicen su formación con conocimientos que los conecten con el mundo profesional.
No podemos olvidar que la parte mental y conceptual del proyecto requiere de su tiempo, metodologías y herramientas. Dejarnos llevar sólo por la espectacularidad de Lo digital sería un error. Este nuevo paradigma nos ha permitido ampliar nuestras posibilidades y generar productos atractivos para el estudiante, pero con una pobre aproximación a las necesidades reales de la sociedad.
Es imprescindible ayudarnos de esta digitalización, sin perder la dimensión humana que domina la disciplina del diseñador de producto para conseguir desarrollar propuestas donde la función y la digitalización den buenos resultados.