Hoy se estrena Outside The Wire, la nueva película de Netflix dirigida por Mikael Håfström. El filme lo protagoniza Harp, un piloto de drones que se traslada a una zona militarizada para trabajar con Leo, un oficial androide encargado de localizar un dispositivo apocalíptico antes de que lo hagan los insurgentes.

En el filme ha participado nuestro profesor del Máster en Concept Art Joan Piqué como ayudante en el diseño de robots, vehículos, cuerpos androides y fotogramas clave del entorno de la película. Para celebrar el estreno, hablamos con Joan sobre su experiencia trabajando en la nueva propuesta de Netflix.

¿Qué supone para un profesional trabajar en una producción cinematográfica de Netflix?

Es un salto cualitativo comparado con los clientes que he tenido con anterioridad, es un reto en cuanto al nivel que se exige y a los tiempos pero, a la vez, es una experiencia divertida y emocionante. El premio lo recibes cuando la producción va por buen camino y finalmente se produce, como ha sido el caso de Outside The Wire. Hay muchos proyectos que he realizado que no han visto la luz o que tienen el futuro incierto. Es parte del trabajo.

¿Qué perfiles profesionales son necesarios para hacer una película como Outside The Wire? Es fácil la convivencia con todos ellos?

Hay muchísimos perfiles, desde maquilladores a cámaras pasando por expertos en logística, organización, producción, arte o montadores. Creo que desde fuera es difícil ser consciente de la complejidad de este tipo de proyectos y la cantidad de personas que trabajan en una película, una serie, un videojuego o un corto. Solo es necesario observar los créditos de cualquier producción para darse cuenta del esfuerzo multitudinario y de que tu solo aportas una pequeña parte.

Como artista de pre-producción, y más trabajando como autónomo desde casa, tienes un contacto muy limitado con el resto de la producción. De los centenares de perfiles profesionales que intervienen, un concept artist está en contacto directo con el director de arte, el supervisor de VFX, la producción artística y trabajando al máximo conjuntamente con los materiales de otros artistas, storyboarders, maquillaje, vestuario y VFX. La convivencia siempre es buena, sobre todo si el director o supervisor es profesional y comunicativo. Siempre que he trabajado para grandes producciones ha sido así.

¿Cual fue el reto más importante que debiste superar durante tu participación en la producción de Outside The Wire?

El reto más importante en concept art es casi siempre sintonizar lo que haces con lo que el cliente quiere y con lo que requiere el proyecto, sobre todo cuando hablamos de líneas generales de diseño y lenguaje visual. Es la parte con más feedback, la más interactiva e intensa, aunque muchas veces también es la más divertida.

¿Más allá del hecho que toda la experiencia es de gran valor, prefieres trabajar para una gran compañía o realizar proyectos más pequeños y experimentales?

He vivido ambas experiencias y las dos tienen valor para perfiles o momentos diferentes en tu carrera. Un gran proyecto casi siempre ofrece resultados más espectaculares y trascendentes pero tu participación en el total es menor. En un proyecto pequeño siempre tienes más capacidad para influir y decidir. De todos modos, me gusta trabajar con grandes proyectos con perfiles profesionales muy potentes donde aprender y crecer con gente que sabe más que yo.

Y para terminar, ¿en qué campo del entretenimiento te sientes más cómodo trabajando? ¿Por qué?

Películas y series. Aunque he pasado por el mundo de los videojuegos, la animación, el marketing y hasta parques temáticos, no me casaría con ninguno. La cadencia, el ritmo y los roles de los artistas a los proyectos ‘live action’ encajan más con los diseños y retos que me gusta solucionar. No obstante, no dejaría de trabajar en un proyecto que esté definido y con una buena dirección artística aunque fuera de otro campo.